CABANA: ¡CHOLO, CÓMO DUELE TU TRAICIÓN!
Ing. Rómulo
Antúnez Antúnez
Ciudadano Ancashino
Alejandro, tú eres de los nuestros; nacido y crecido en las
mismas entrañas del Perú, de Ancash, de Cabana, de Ferrer.
Saliste de la miseria
material de mi pueblo para llegar a tener todo lo que el “hombre del mundo
moderno insaciable” puede aspirar. Estudiaste en las mejores universidades, te
fuiste a conocer y a vivir el mundo. Regresaste a nuestro Perú a ser Presidente
de la República, Ilusionaste a este pueblo ansioso de justicia, de honestidad y
de transparencia. Llenaste de esperanza a Cabana. Todos te respetan aún, pero
antes casi te adoraban. Fuiste el ideal de los niños, de los jóvenes y los
viejos te admiraban.
En este momento los sentimientos de tus paisanos son confusas.
Muchos de nosotros todavía no asimilamos la noticia de tu traición que recorre
el Perú entero. Muchos sentimos una profunda decepción porque nos llenaste de
esperanza al infinito pero tiraste todo eso hasta las profundidades más
oscuras.
La verdad no sabemos sí considerarte nuestro ideal de “Cholo”,
hombre luchador, aguerrido, atrevido, terco hasta conseguir su objetivo y todo
lo que un Cholo exitoso puede ser en mi país con sed de éxito y urgido de un
líder ideal. O simplemente te olvidamos, te ignoramos y tramamos de pasar la
página como si nunca hubieras existido para no tener vergüenza de ti, porqué en
verdad no sabemos qué decirle a nuestros hijos, o que fuiste el ideal del sueño
Pallasquino/Ancashino o el ladrón que se robó la plata pública y la esperanza
de mi pueblo, para satisfacer la voracidad infinita de ese hombre moderno que
vive para saciar su desmedida vanidad con tal de tener lo más lujoso de la riqueza
material.
¿Qué te paso Cholo? no fue suficiente salir de nuestro
pueblo, llegar a Chimbote, lustrar botas; pasar hambre y luego llegar a Estados
Unidos y al mundo; tenerlo todo, llenar de ilusión a mi pueblo, a mi país,
tener la oportunidad y el lujo de ser Presidente del Perú, pasar a la historia
como tal; ¿no fue suficiente?, ¿Qué te pasó Cholo? ¿La plata sucia de
Oderbretch pudo más que la admiración de nuestro pueblo que casi te adoraba?
Una vez regresaste al Perú como nuestro salvador. Contigo
luchamos para liberar a este país de la tiranía, de la corrupción y del abuso. Organizamos
bajo tu liderazgo la “marcha de los 4 suyos” y participamos incondicionalmente
en esa histórica marcha organizando el campamento del “Collasuyo”. Fuimos a tu
lado con nuestras banderas de libertad y justicia por las calles de Lima. Aspiramos
el mismo gas lacrimógeno y recibimos el abuso brutal de nuestros hermanos
policías; pero allí estuvimos, con la esperanza de construir un Perú mejor y te
elegimos como nuestro Presidente.
Lamentamos mucho tu situación Alejandro; queremos pensar que
sigues siendo nuestro “cholo”, pero temo que pases de ser el Presidente del
Perú a un simple y vulgar “presidiario o choro”, tal y cual como es Fujimori,
del que irónicamente nos liberaste por la misma situación por la que está
encarcelado, con la diferencia que tu “no mataste pero robaste”.
Hoy, el pueblo de Cabana guarda un inmenso sentir en su
rostro, una expresión que lo dice todo: ¡Cholo, cómo duele tu traición! Y las
preguntas van y vienen ¿Por qué nos traicionaste, Cholo?.
Cabana, Ancash 10 de Feb. de 17
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