CAMPAÑA ELECTORAL 2018, SIN POLITICOS

CAMPAÑA ELECTORAL 2018, SIN POLITICOS

Ing. Rómulo Antúnez A.

Vamos a extrañar la campaña electoral porque debemos esperar otros 4 años para coleccionar cajitas de fósforos – en mi caso he acumulado como para medio año- o para ganarse unos gorritos –yo tengo 12- de colores más imaginativos, unos mejor confeccionados que otros. Algunos tuvimos más suerte que otros y nos cayeron unos chalequitos que de algo han de servir.  No sé ustedes, pero lo que más aprecio es haber conseguido unos llaveritos para destapar chelas este domingo y los usaremos con unos allegados cercanos para festejar la tristeza de algunos amigos que han perdido y la felicidad de muchos amigos y enemigos que posiblemente sean los nuevos ricos de Ancash o por allí espero se escape una excepción y se haga un golazo de buen gobierno.

Pasada estas elecciones, el domingo 07-10, volverá la calma en la avenida Luzuriaga y otras calles de Huaraz, donde los candidatos con mucha improvisación, inocencia y mucha ambición creen que al encender el megáfono a todo volumen ya han hecho campaña electoral y han creído tener la atención del elector que esta vez se ha comportado muy  apático y hepático y que todo solo le molestaba porque al caminar por las calles, sintonizar una radio o un canal de tv se cruzaba con cada individuo que ni siquiera tenía una pita idea de qué significa gobernar un distrito, una provincia y mucho menos un departamento, claro eso sí, siempre con lindas excepciones.

En esta campaña han predominado los principiantes, aficionados y muchos ilusionados por hacerse de la plata fácil del Estado; creyeron, o les hicieron creer, que teniendo fama de un buen bohemio, empresario, cantante, bailarín, bromista del barrio, ingeniero, abogado, contador o profesor reconocido, ya le había dado el derecho para hacer política y fácil se la podía llevar la alcaldía, gobernación, una regiduría o mejor una consejería que, sin hacer mucho esfuerzo, han visto que se podía colocar a allegados como personal de salud, educación o convertirse en proveedor del Estado aunque sea de chinches o papel higiénico.

No vamos extrañar las encuestas trucadas de unos comerciantes de números, cada pared, piedras y cerros pintarrajeadas, gigantografías de plástico por todos lados, encontrar a muchos individuos a una entrevista en la radio, en la TV, o peor en un discurso al armar sus bases o presentarse improvisadamente en los debates que pareció más un castigo divino escucharlos y desperdiciar su precioso espacio que buenamente el JNE u otras instituciones espontáneamente les habían preparado gratis, sólo para decir cada barbaridad o soltar ideas como si fuera cohetecillos de navidad sin hacer el mínimo esfuerzo para que alguien lo entienda o peor aún, ni él mismo se entienda, claro que con honrosas excepciones también.

Eso sí, voy a extrañar mucho los cierres de campaña o mejor los conciertos políticos, donde se come un rico seco de cordero o mejor un pollito al horno con su ajicito o un escabeche de pollito con su cebollita todo eso empacadito en un taper de tecnoport que, aun siendo cancerígeno, se ve bien, acompañadito además de una guaraná o una gasesosita, aunque sea KR pero allí está al gusto.

Pero hay más que extrañar de los conciertos electoreros, como el no tener quién me regale un polito, otro gorrito más y una banderita porsiacaso, con todo ello y sin comparación alguna, escuchar a Yosimar y su Jambú, al Papilón y su rico vacilón, al grupo de los hermanos Cauhsi o mejor una bandita y una roncadorita que yo prefiero y vacilarnos de lo más rico escuchando “dónde venderán un buen trago de mañaniiiita” o un buen huaynito huaracino, y toooodo eso, sin pagar un pito sol!!.

Como verán,  la campaña no fue del todo mala. Es verdad, escasearon políticos, pero sobraron aficionados e improvisados y de todos ellos, como región, hemos ganado algunos líderes y lideresas que se han visibilizado; aun habiendo renegado, peleado con algunos que se toman en serio la campaña, creo que hemos ganado amigos y enemigos, y en cuanto a mí, me he divertido.

Huaraz, 02 de octubre del 2018