jueves, 21 de diciembre de 2017

LO QUE ESTÁ EN JUEGO NO ES LA VACANCIA, SINO LA DEMOCRACIA Y LA ESTABILIDAD DE UN PAÍS PRÓSPERO

LO QUE ESTÁ EN JUEGO NO ES LA VACANCIA, SINO LA DEMOCRACIA Y LA ESTABILIDAD DE UN PAÍS PRÓSPERO*
Ing. Rómulo Antúnez
Especialista en Gestión Pública Descentralizada

Los políticos nacionales y las estadísticas nos han dicho, durante los últimos 27 años, que estamos creciendo económicamente y que vamos rumbo a ser un país próspero, pero que para ello necesitamos estabilidad jurídica, política y económica. En estos 27 años de libre mercado, instalado por Fujimori, todos los expresidentes que han gobernado y han aplicado los principios de libre mercado, como la biblia para los religiosos, han reducido al Estado a su mínimo tamaño; lo que ha permitido que la corrupción se instale en todos sus niveles y ahora el sistema político y económico se encuentra en una crisis absoluta.

Se ha comprobado en estos años que este sistema político y económico hace al “rico más rico y al pobre más pobre”. En este momento lo que está en juego no es un país próspero, ni la situación de los peruanos más pobres o trabajadores que ganan su sueldo con esfuerzo; sino la sobrevivencia de una clase tecnocrática y política acostumbrados a enriquecerse asquerosamente con los recursos públicos que recurren al sistema político y electoral armado a la medida que garantiza su permanencia en el poder.



Estos 27 años de “Libre Mercado” o quizás los 200 años de vida republicana, la situación de nuestro país no ha cambiado solo han cambiado las caras e inclusive muchos apellidos de familias “connotadas” siguen sonando como los más corruptos, hasta los que nacieron del pueblo se han corrompido y todos han terminado en la cárcel o como grandes corruptos, presuntos asesinos, lo cual nos lleva a concluir que seguimos siendo gobernados por “delincuentes” y no por políticos preparados y dedicados para “servir al pueblo” y defender a los más débiles.

Este sistema tiene en su ADN la corrupción. Los operadores tecnócratas y políticos se han preparado para delinquir y para lograr sus objetivos son capaces de meter miedo usando el terrorismo de “Sendero Luminoso”, o de los “narcos” o que la inversión privada se retirará; por tanto, el país no crecerá, lo que afectará la economía de los peruanos, porque ya no habrá empleo. Este es el discurso frecuente. Sin embargo ¿Cuánto de ese crecimiento se metieron al bolsillo los expresidentes del Perú? ¿Cuánto de ese crecimiento se robaron los tecnócratas que tomaron decisiones para promover las inversiones públicas y privadas? ¿Cuánto de ese crecimiento se robaron las autoridades elegidas de los tres niveles de Gobierno? y ¿Cuánto de ese crecimiento es lo que ha sobrado para el pueblo?

Para los pobres y pobres extremos; los programas sociales han convertido en una variable estadística, que al entregarle 100.00 Soles mensuales suponen que ya salieron de la situación de pobreza. Con unos cuantos soles más -sueldo mínimo como empleado de supermercados- ya pertenecen a la clase media con un promedio de ingresos de mil Soles y si pueden portar muchas tarjetas de crédito de muchos colores, estando aún endeudado hasta el cuello, los peruanos creemos que somos felices. Nos hemos desinteresado de la política, se ha perdido la capacidad de indignación y se ha dejado que unos políticos pillos sigan robando nuestra nación, cultura y la identidad de un Perú milenario.

La salud y la educación siguen siendo los peores del mundo y no alcanza al pueblo. La agricultura y la infraestructura productiva rural están olvidadas el mismo tiempo que el libre mercado está en el Perú. La inversión en la diversificación productiva es nula. El sector ambiental y la gestión de ecosistemas naturales están condicionado por el mercantilismo. La agricultura familiar en el peor olvido. La desnutrición y la anemia han aumentado

Entonces, la pregunta cae de por sí ¿Se ha construido un país próspero en todos estos años de crecimiento? ¿A quiénes ha beneficiado los precios altos de los recursos naturales y el crecimiento?; la respuesta es simple; solo se beneficiaron un pequeño grupo de empresarios nacionales y extranjeros corruptos y mercantilistas, un porcentaje pequeño de tecnócratas y políticos formados para enriquecerse asquerosamente con los recursos de todos los peruanos.

Por tanto, no esta en juego la vacancia de un presidente, sino el sistema electoral, político y económico, que fue instalado por Fujimori y que llevará a la cárcel a todos los expresidentes del Perú y no sé sí termine con PPK. Así que este show es una pelea de “carroñeros” de un sistema que se ha comprobado que no funciona y la corrupción es el ADN de este modelo de libre mercado perverso, que solamente podría cambiar con la movilización y presión social.

Huaraz, diciembre del 2017

(*) Título tomado del comunicado de Palacio de Gobierno día 21/12/2017

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